Lo aseguró el presidente de la Cámara de Comercio. “El comercio no debe ser la única variable de ajuste”, aseguró respecto al toque de sirena.
BALCARCE (Corresponsal).- El presidente de la Cámara de Comecio e Industria, Andrés Lombardini, trazó un balance por demás sombrío sobre la realidad que viven los comercios. Por un lado, habló de la recesión que existe y la falta de ventas y por el otro, se mostró algo molesto con la imposición del horario de cierre comercial a las 18.
Dijo que desde el sector comprenden la compleja situación sanitaria aunque insistió en la necesidad de “hacer foco sobre otros aspectos graves y delicados”. En ese marco, opinó sobre las medidas del Gobierno Municipal para disminuir la circulación comunitaria y el contacto interpersonal.
Lombardini remarcó que “el comercio no debe ser la única variable de ajuste. El comercio es el lugar donde son mínimas las posibilidades de contagio. En estas semanas hemos ajustado protocolos donde hacía falta y trabajamos para especificar medidas donde creímos conveniente”.
Y agregó que “hoy en día hay buena voluntad del comerciante, pero no hay margen para una contracción en el horario de atención porque se nos bajan las persianas para siempre”.
El comerciante reconoció que hay varias Pymes que independientemente del sector sufren este contexto de pandemia: “No la han podido sobrellevar y tuvieron que cerrar, otros que han tenido que reconvertir o cambiar su actividad principal para seguir trabajando, sectores que todavía no han podido comenzar a trabajar nuevamente como los organizadores y relacionados a eventos, actividades de esparcimiento”.
También consideró que otros rubros han reiniciado su actividad “recientemente” con muchas dificultades como el textil y calzado, la gastronomía (restaurantes, cervecerías, cafés), gimnasios y muchos cuentapropistas.
-Límite
El Presidente de la Cámara de Balcarce dijo que el sector “vive una situación límite” y pidió “entender el contexto general” y que para muchos comerciantes “14 días sin trabajar significaría no abrir nunca más”.
En tanto, reflexionó que “como Cámara no podemos no plantarnos y sentar la posición de que no tiene que ser el comercio únicamente la variable de ajuste con respecto a la propagación. Hay que trabajar para conseguir medidas intermedias y soluciones que no impliquen un cierre total de la actividad”.
Por último, aseguró que el comerciante “entendió que cuidar al otro es una forma de dar una mano para sostener las fuentes de trabajo”.